Cuando la madre de Jeanette enfermó y después falleció, ellos habían reservado ya su viaje. Por esta razón tuvieron muy poco tiempo para prepararse, tanto física como mentalmente, pero pese a todo decidieron ir. Este primer Camino en 2014 desde Ponferrada finalmente se reveló una buena manera de reflexionar sobre su la pérdida de un ser querido y valorar la bendición que habían tenido por haber crecido en una familia amorosa.
Al no haber tenido mucho tiempo para prepararse tenían algunas dudas sobre su capacidad física, pero decidieron querían hacerlo a pie. A los dos les gusta salir en bici, pero no habían caminado tanto en Canadá y esto es lo que querían hacer en su Camino. Querían caminar y disponer del tiempo necesario para encontrarse con la gente: peregrinos, locales. También era importante la fotografía, Mark siente pasión por la fotografía y eso era y es un aspecto importante para Camino: hacer muchas fotografías en el Camino.
Fue una experiencia dura, caminaron con botas y tuvieron ampollas terribles, creen que su problema fue el calzado, por eso acabaron comprando calzado nuevo. Pero lo positivo tuvo mucho más peso, porque para ellos fue una experiencia fascinante. Canadá es un país joven y recorrer el Camino fue como hacer un viaje a través de la historia, porque ciertamente en Canadá pueden caminar, es un lugar maravilloso para senderismo, pero no es lo mismo.
Aunque su Camino fue duro, regresaron en 2015 y 2016 para caminar varios tramos. Caminaron desde Burgos en 2015. Y aunque todo fue bien aunque, volvieron a sufrir por las ampollas. En este Camino encontraron a una mujer americana de 70 años de California que con su marido fue a visitarles a Canadá en 2019. Encuentros así, amistades como esta, son una de las grandes cosas que surgen del Camino.
En 2017 volvieron al Camino. Recorrieron el Camino Portugués con su amiga de California y ella, por su parte, invitó a otro amigo de California que había recorrido completo el Camino Francés ¡a los 75 años! Tristemente, este nuevo compañero de Camino murió en la primavera de 2018, de modo que en Mark y Jeanette en otoño de 2918 recorrieron el Camino Primitivo en su memoria. Empezaron este Camino en Oviedo. Comparado con otros caminos, los dos están de acuerdo en que ha sido el más duro hasta la fecha, especialmente por la falta de servicios y una etapa en la que tuvieron que caminar más de 30 kilómetros sin ninguna posibilidad de parar en un café o ir al baño en todo el recorrido. Por otro lado, la belleza del paisaje y las vistas excepcionales hicieron que el desafío valiera la pena, A lo largo de este Camino no encontraron a muchos peregrinos, sí, había alguna gente joven, pero la mayoría de éstos caminaban más rápido que ellos. Algo que apuntan sobre los caminos es que cada uno lo está haciendo por una razón diferente y a su propio modo. No es una carrera e incluso puede beneficiarte el pararte a oler las flores.
Para Mark el Camino ha sido una fuente importante de interés por España. Después de sus dos primeros caminos comenzó a informarse y a estudiar la historia de España, ¡le fascina!, sus lenguas, sus reinos… Cree que es uno de los aspectos más importantes de su relación con el Camino: ha encontrado una pasión por la historia. El otro aspecto del Camino que destaca es el de la fotografía: Mark ha encontrado paisajes extraordinarios para sus fotografías, sobre todo durante las primeras horas de la mañana.
Por otro lado, para Jeanette es un lugar vinculado a sus sentimientos religiosos: su padre fue un pastor protestante y para ella el aspecto religioso es importante. Durante toda su vida ella la iglesia ha tenido un papel importante en su camino de fe, pero el Camino realmente la ayudó a profundizar en su relación y creencia en un Padre Eterno y Creador. En el Camino reflexiona sobre sus seres queridos y cada año trae una piedra en memoria de alguien, una piedra que deja en un lugar que le parezca particularmente adecuado. También es muy sensible a la belleza de la naturaleza y a la amistad y camaradería que acompañan toda la experiencia. Haces el mismo Camino que otros y, en parte, con los otros, pero a la vez cada uno lo hace por una razón diferente y lo vive a su manera. Recuerda haber encontrado a peregrinos que buscaban un sentido a su vida en el Camino: un hombre alemán que había vendido todo y hacía un Camino tras otro, una joven que lo recorría con un perro en busca de sentido para su vida… Jeanette cree que el Camino es un buen lugar para vivir una experiencia religiosa.
Jeanette también piensa que existen milagros en el Camino, piensa que si se pierden siempre aparecerá alguien y les ayudará a reencontrar el Camino, en el Camino ocurren siempre cosas extraordinarias. Algunos podrán llamarlas coincidencias, pero ella les diría que la posibilidad de que fuese un ángel o un milagro le parece mucho más plausible. Por ejemplo, hace años encontraron a un peregrino que llevaba con él a un burro y un perro, una chica rusa les ofreció darles sus fotos de entonces, tardó meses en hacerlo, pero finalmente las fotos fueron enviadas; el año pasado esa chica –que vive en Madrid- reencontró su correo e-mail y les propuso verse cerca del aeropuerto, se encontraron. En el Camino conexiones de este tipo son frecuentes, se crean, las encuentras, en el Camino ocurren y haces este tipo de cosas.
Los dos dicen que han encontrado mucha gente, una gran diversidad humana. Recuerdan, por ejemplo, a un americano, ex-soldado, que ha propuesto a Mark caminar la Via de la Plata, no cree que lo hará pero mantienen el contacto, hablan de ello, lo comparten. También tienen el proyecto de caminar el año próximo con un excompañero de escuela de Mark, probablemente a finales de marzo, cuando todavía no hay demasiada gente en el Camino.
Recuerdan que en su primera experiencia, en 2014, caminaban todo el día y terminaban agotados. Entonces no entendían cómo podía ir adelante este país, con su ritmo de pausas para comer y dormir la siesta, pero ahora lo que aman de España es precisamente el aspecto social, la importancia de ir a cenar juntos con otros peregrinos, como las familias españolas que todavía comen y hablan en torno a la mesa. Les gusta que hagan la pausa de comer, lo han visto en los pequeños núcleos que atraviesa el Camino, en América el tiempo es dinero y todo se hace demasiado rápido. No obstante, creen que en Canadá son un poco diferentes a USA, tienen más vacaciones, trabajar es importante pero no tanto como en América.
Mark y Jeanette tienen una familia, viven en un modo tradicional y cuando sus hijos eran pequeños, ellos no podían viajar mucho más que para hacer pequeñas visitas a su familia… Pero ahora que sus chicos han crecido, tienen la posibilidad de vivir esta nueva experiencia, el Camino es una experiencia de viaje mucho más interesante que la de acumular cosas, con un aspecto humano importante que, como en la vida, tiene que ver con los otros que encuentras: niños, familia, amigos… no con las cosas.
Mark promueve el Camino en Canadá, habla con todos, pero sabe que es difícil explicar a alguien qué es esa experiencia, transmitirlo. Jeanette subraya: el hecho que llevas un peso en tu espalda y sientes molestias en el cuerpo y la sensación de soltar al final del día esa carga, de sentir una liberación, el placer de darse una ducha al final del día, son experiencias increíbles que no se pueden sentir sin vivirlas.
Mark y Jeanette pertenecen a una asociación de peregrinos y conocen a bastante gente que viene al Camino, que lo han hecho y hará más de una vez. Después de ver The Way Jeanette estaba convencida de querer ir al Camino pero Mark tenía dudas. De hecho, en principio Jeanette había planeado hacer el Camino con una amiga. Pero cuando aquel plan cayó, Mark decidió ir en su lugar, en parte porque pensaba que no sería seguro para Jeanette caminar sola en un país extranjero. Ahora ellos se sienten realmente felices por haber encontrado este mundo y se han dado cuenta de que es una experiencia segura y satisfactoria.
Para terminar comentan: vivimos en Alberta, la naturaleza allí es increíble, ¿entonces por qué no nos quedamos a caminar allí? Es la cultura, la cultura que encontramos en el Camino.