Peregrina en familia, con su pareja y su hija de pocos meses. Su pareja es francesa y él español, se conocieron en el Camino en 2005, para él era su segunda experiencia de Camino, ya lo había comenzado en 2004. Ahora viven juntos en Francia, desde 2008.
Cree que al inicio de su primer Camino era un turista. La experiencia le encantó y pensó que era una pasada, pero también se dio cuenta ya entonces de que tenía que recorrerlo solo y completo para vivirlo de verdad. Cuando finalmente caminó solo en 2005, acabó conociendo de mucha gente, un gran grupo en el que estaba la que hoy es su mujer. En aquella experiencia de 2005 se sintió como un pez en el agua, como si finalmente hubiese encontrado su sitio. A lo largo de aquel Camino y de los posteriores, con la gente que iba encontrando pudo vivir cómo se iba formando un gran grupo, una especie de fraternidad de compañeros en el Camino.
Prefiere recorrer el Camino Francés, pero suele terminar sus caminos en Fisterra. Le gusta reservar la emoción de confrontarse al océano para el final, por eso prefiere caminar en dirección a Santiago a través del Camino Francés y no del Camino Norte.
Ahora son padres de una niña de once meses y peregrinan con ella. Cuando salieron de casa la niña tenía 8 meses, por esa razón los han entrevistado varios medios de comunicación a lo largo de su Camino, en León, en Santiago… Partieron de Pons, en la vía Turolense, tres meses antes de esta entrevista en Compostela. Han caminado etapas de unos 18 kilómetros al día.
A su hija le han salido los dientes en el Camino, ha aprendido a andar en el Camino… No siempre han tenido suerte con los albergues, a veces se encontraron con algunos problemas, desde chinches a poca limpieza, que les obligaron a buscar alternativas para que la niña estuviera más segura, pero también han podido dormir en algunos albergues normales, con habitaciones compartidas, y todo fue bien. Y viajan con pañales lavables, no de usar y tirar, por ecología, no quieren despilfarro, ni generar basura.
Él ha caminado en estos años más de 10.000 kilómetros y su mujer también. De esas experiencias y kilómetros surgió un libro: Camino a Compostela. Quería contar su propia historia y no sabía cómo hacerlo y, al final, descubrió que el mejor modo de hacerlo era a través de entrevistas con los otros: ha escrito un libro en el que se encuentra a través de lo que dicen los otros.
Cuando recorrió su primer Camino él ya tenía un lado espiritual, lo tenía porque había experimentado un importante cambio de vida, se había desengañado del mundo de las finanzas a los 30 años. Hasta los 30 años trabajó en el mundo de la bolsa, pero lo que vivió y vio durante la crisis económica lo decepcionó mucho. Comprendió que no quería esa vida, tuvo una crisis personal y en el 2004 se fue al Camino con su crisis, como tantos, buscando una regeneración, y es que para él Compostela tiene que ver con el “compost”, con la materia que se regenera a sí misma.
Y así llegó su Camino en solitario en 2005, para lo que se permitió cerrar sus negocios durante un mes. En aquel momento tenía una pareja y estaba bien en algunos aspectos, pero sabía que necesitaba un cambio en su vida, no obstante, tras su Camino regresó a su vida normal otra vez. Fue en 2007 cuando se separó de su pareja para, en 2008, comenzar una relación con la que hoy es su mujer y que entonces era una amiga del Camino.
Más tarde perdió su trabajo y fue a vivir a Francia, se marchó sin tener ni trabajo ni saber la lengua, pero aprendió muy bien francés y ahora, tras años, ya tiene un dominio de la lengua, hasta el punto de poder dar conferencias en francés, conferencias sobre el Camino.
Han creado una asociación “La voie des étoiles”, han editado 4 libros y están en contacto con librerías y bibliotecas, imparten conferencias… Los libros que publican están vinculados al Camino, el suyo, “Camino de Santiago. Pensamientos y experiencias de la A a la Z” (concibe a cada ser humano como una estrella), una idea que también está presente en otro de los libros publicados: “Yo soy una estrella”, un libro infantil en el que cada niño añade su propia foto.
Han llegado a Santiago pero su Camino no termina aquí, ahora continúan hacia Portugal, quieren ir a Porto y si es posible a Lisboa.
En el Camino se encontró, a sí mismo, pudo saber quién es, encontró su sitio.