El camino… ¡EL CAMINO ES DE TODOS!… Es muy especial, ya sea que lo hagas por motivos
religiosos o simplemente por hacerlo. Ves gente de todas partes del globo, todos dispuestos a
vivirlo.

EL CAMINO ES COMO TU VIDA… cada paisaje, cada cambio de temperatura, cada cuesta, cada
bajada…te encuentras con la inesperada lluvia, las inevitables ampollas, el fango, el frío o el
calor, la misteriosa bruma, el bello resplandor del sol entre los árboles, ese silencio mágico o
esos momentos de ruta solitaria, la sonrisa, la conversación o la ayuda que te brinda un
peregrino, los gritos de alegría o la música que toca algún/algunos chavales, la delicia de un
bocadillo o de una cerveza….

EL CAMINO ES UNA VICTORIA… la victoria de cumplir una etapa, la majestad mezclada con
júbilo y llanto y mucha alegría al llegar a la plaza del Obradoiro, donde te abrazas con esos
“amigos” que lo compartieron, o mejor dicho que lo vivieron contigo…y al final la gran lección,
te das cuenta que la gracia de Dios está “realmente” en todas partes, es decir, EL CAMINO
TAMBIÉN ES FE. Pues no se completa hasta asistir a la misa del Peregrino.

EL CAMINO ES UNA LECCIÓN Te podrán dar mil consejos del camino, pero “vivirlo” y hacerlo es
lo más importante. Si esas piedras o esos árboles pudieran contarnos los pensamientos de
cada peregrino en su momento de transitarlo sería, tal vez, la segunda historia más bonita del
mundo, porque la mejor historia es la que nos llevamos cada uno de los que lo recorremos. Ese
“secreto nuestro”, esas enseñanzas aprendidas, nos acompañarán toda la vida.

EL CAMINO ES ¡SARRIA! Me fascinó comenzar el camino en Sarria, no es el más largo, pero
Sarria es “mágico”, es una población dentro de un bosque, con su río y su gente muy amable.
Con un pequeño centro histórico, con esas letras que dicen SARRIA y que te invitan
inconscientemente al desafío del camino. Con bellas colinas llenas de sembrados que en el
camino descubrirás, la naturaleza en su mejor y mayor exposición. Sarria debería tener un día
festivo, llamado el “día del peregrino” ¡Bien por Sarria! Higos, castañas, manzanos, maíz,
eucaliptos, vacas, caballos, perros, arroyos y, sobre todo, lugareños, que definitivamente son
gente de bien. Luego poblaciones que nunca pensasteis que existiesen. Son bellas, encuentras
al hombre bueno que sigue viviendo en ti.

EL CAMINO ES GASTRONÓMICO Pues te vas a encontrar con manjares de la cocina gallega que
si no eres español no sabías que existían y que satisfacen al paladar más exigente, y ¿sabes
algo? No los olvidarás.

EL CAMINO ES SABIO, te hace ver al frente y atrás, ya que recuerdas TODO: de dónde vienes,
quién eres y a dónde vas y cómo vas a hacer para lograrlo.

EL CAMINO SIEMPRE TE ACOMPAÑARÁ. Pues yo ya estoy pensando en hacer una vez más el
camino, pero realmente, no importa si lo vuelves a hacer o no. Siempre lo recordarás.
Solo queda decir ¡BUEN CAMINO!