José de la Riera es un buen amigo de la Fundación Jacobea, expresidente de la AGACS, peregrino, investigador, escritor e incluso gaiteiro, responsable de la recuperación de muchos itinerarios históricos -en especial del Camino Portugués- e impulsor de la Vía Mariana. Hoy día es uno de los responsables más activos de la FICS (Fraternidad Internacional del Camino de Santiago).
– La FICS ha sido una de las instituciones jacobeas más rápidas en la actuación frente a la crisis que estamos viviendo con el virus del Coronavirus. Habéis hecho un trabajo muy rápido de difusión en las redes sociales que, aunque muchos se resistan, son el espacio más vivo y actual del Camino…
– Lo que hemos hecho es ir a lo práctico. Se constituyó un grupo con directivos de la FICS, con gente como José Almeida (Zamora) que coordina su red de acogida de albergues, Rebeca Scott que lleva el tema de hospitaleros en todo el mundo y su presidente Juan Carlos Pérez Cabezas… Fueron muchas las instituciones jacobeas que colaboraron, como la Asociación de Municipios del Camino, la Asociación de Albergues de Acogida y la Junta de Castilla y León, también gente en Santiago (Johnniewalker, Sybille Yates)… y, así, entre todos, nos, se pusieron a colaborar para localizar a los peregrinos que estaban en el Camino, aislados o desinformados.
Cuando se decretó el estado de alarma había muchos peregrinos caminando que no sabían nada de la situación y lo que hicimos fue establecer puntos de acogida, incluso en casas privadas. Puntos de acogida mínimos a los que la gente se pudiese dirigir cuando los albergues se cerraron. Allí se ha ayudado a los peregrinos que estaban en el Camino, se les dio amparo cuando los albergues cerraron y se les ayudó a encontrar una vía de retorno a sus países y a sus casas, también en Compostela.
– ¿Entonces cómo dirías que están las cosas?
Parece que ya se ha arreglado todo, prácticamente no hay gente caminando, podría haber alguien despistadísimo, de hecho, han localizado apenas a dos canadienses que estaban totalmente al margen de lo que ocurría con el cierre de fronteras, caminaban durmiendo en su propia tienda de campaña… pero todo se arregló muy rápido. Ya no hay gente, ni perdida ni despistada.
– La sensación es que en el Camino había poco miedo… Supongo que un peregrino que camina entre 20 y 30 kilómetros al día no se ve a sí mismo como vulnerable, pero claro sí es un posible transmisor. Este elemento que hizo difícil disuadir a algunos peregrinos para abandonar el Camino ¿podría ser positivo en el futuro para su regreso?
-Sí, claro que sí, creo que no hay duda. Esto es un paréntesis y la gente va a volver muy rápido, en cuanto se abra. No pasa nada por esperar dos o tres meses, hay que fiarse de las autoridades sanitarias y en cuanto eso ocurra y el regreso al Camino sea posible, la difusión va a ser inmediata. Y la gente va a colaborar en la difusión.
-Este paréntesis, con el Camino vacío… ¿Te genera alguna reflexión?
-Sí, este paréntesis puede ser un período de reflexión, a las puertas del Año Santo podemos preguntarnos qué tipo de Camino queremos. Por ejemplo, reflexionar sobre lo que hay que hacer y conservar en relación al paisaje, a la protección de las cuencas visuales del Camino… A partir de esta crisis que nos enfrenta a la fragilidad de los seres humanos, ver también la fragilidad del propio Camino, que lo que está ocurriendo nos lleve a reflexionar sobre todo en lo que hay que hacer para que el Camino sea el que deseamos.
– En los foros de todos los países no se habla más que de posibles cancelaciones o retrasos de vuelos programados, se preguntan fechas, posibilidades…
– El Camino es una aventura única, el mundo no se acaba por un cambio de fechas o la pérdida de un billete de avión, eso es un inconveniente, pero no es ningún tipo de catástrofe. Hay que estar contentos porque se ha conseguido que la gente pudiese regresar a sus casas cuando los albergues y hoteles se cerraban, en el Camino una vez más ha habido gente que se preocupaba por los peregrinos… Y en cuanto a las fechas, ciertamente en cuanto el Camino esté abierto se difundirá muy rápido, esto no es la peste ni el mundo medieval, con la red todo el mundo estará informado cuando sea posible regresar.
-Cuéntanos algo de la FICS
– La FICS es una hermandad de peregrinos de todo el mundo que nació para defender y proteger el Camino, sobre todo su patrimonio, natural y cultural. Defiende la peregrinación tradicional, por desde la FICS hemos pedido y propuesto la extensión de la Compostela a 300 kilómetros. También queremos que se mantenga la hospitalidad tradicional, queremos que esa forma de hospitalidad sea nombrada Patrimonio de la Humanidad.
En tercer lugar, nos dedicamos a la defensa del patrimonio jacobeo, una defensa a ultranza de su patrimonio natural y cultural. Para ello estamos actuando en todos los Caminos, quizás la actuación más importante fue nuestra intervención ante ICOMOS para detener la famosa mina de cobre de Touro, hicimos un trabajo previo muy grande y contribuimos a la realización del informe que paró aquel proyecto.
Ahí estamos, no paramos, tenemos muy claro que somos una federación internacional y eso hace que estemos mejor comunicados con el extranjero, que tengamos gente en todo el mundo. La FICS tiene una conexión virtual con mucha gente y eso también nos hace estar muy presentes en las redes y el mundo digital, por eso las actuaciones que hemos hecho y haremos llegan a tanta gente y tan rápido.
Foto: José de la Riera con otros dos miembros de la FICS, Juan Carlos Pérez Cabezas (presidente de la FICS) y Paolo Caucci von Saucken (presidente del Comité Internacional de Expertos del Camino de Santiago)