La iglesia de Santa María do Cebreiro está situada en el pequeño poblado que da nombre a la zona y alto de O Cebreiro, zona de alta montaña, en el macizo galaico-leonés, que alcanza 1.300 metros de altitud. El Camino Francés atraviesa el poblado pasando ante la iglesia y el mesón-hospital que está junto a ella. Ya antes de las peregrinaciones el alto de O Cebreiro era muy conocido por los romanos, pues por él pasaba la vía que por Triacastela se dirigía al centro de Galicia.
El origen de la iglesia parece estar en un hospital de peregrinos, que sería la primera construcción relacionada con la peregrinación alzada en O Cebreiro. La iglesia o santuario sería fundada y construida en el siglo XI, siendo originalmente un priorato dependiente de la casa francesa de Aurillac. Posteriormente, desde 1486 pasó a ser un priorato benedictino dependiente de la casa central de San Benito de Valladolid, contando con varias iglesias filiales o dependientes, entre ellas dos cercanas igualmente situadas en el Camino Francés: San Esteban de Liñares do Rei y Hospital de la Condesa.
Entre los mecenas o patronos de la iglesia hay que destacar a los Reyes Católicos, quienes tras su estancia en O Cebreiro -el 26 de octubre de 1486- hicieron donación de un relicario para conservar las sagradas reliquias del milagro del Santo Grial.
La iglesia posee una planta rectangular de amplias proporciones, con tres naves separadas entre sí mediante arcadas y con una cabecera plana o cuadrada cubierta con bóveda de cañón. El ábside y la nave central se comunican mediante un arco triunfal de medio punto y, adosada muro norte del ábside y testero de la nave norte, se dispone una pequeña sacristía cuadrangular. A los pies de la iglesia, en el lado sur de su fachada, se levanta una torre de planta cuadrada.
O Cebreiro aparece citado como puerto de montaña, aldea o monasterio en casi todos los itinerarios históricos realizados por peregrinos Hyeronimus Münzer le llama “montaña Malefaber” en 1499, Künig von Vach “montaña de Allefaber” en 1495, Arnold von Harff se refiere al puerto y al poblado: “Marie de Sebreo, una pequeña aldea sobre la montaña”.
El poblado con sus pallozas, iglesia y hospital, fue descrito con detalle por el italiano Nicola Albani 1743: “… por la noche llegué a un lugar llamado el Cebreiro, a doce millas de la Vega, primer castillo del reino de Galicia, pero que se llama castillo porque allí está un pequeño convento de S. Domingo con un solo monje que diga misa, y dos laicos, como si fuese una capillucha, con cuatro habitaciones, pero no todas de construcción. En el pueblo hay treinta y cuatro hogares, y está situado encima de un altísimo monte, y me dijeron que en el invierno, la mayor parte del tiempo está cubierto de nieve, que cada palloza tiene fuera una gran provisión de leña, y este es un pueblo de los grandes de Galicia, que más adelante me dicen que son pueblos mucho más miserables, y había también aquí un pequeño hospital, mejor dicho una palloza con una mujer viejecita de guía, con la única comodidad de cuatro sacos llenos de paja, a donde me fui, y me sucedió un bonito hecho, y fue que por la noche tuve que hacer de párroco, y fue así, que en dicho hospital encontré un pobre pasajero castellano que estaba allí enfermo desde hacía tres días, que venía también de Santiago”.
Su cura párroco más célebre, Elías Valiña Sampedro, es uno de los principales responsables de la actual revitalización de las peregrinaciones a Santiago. Fue responsable de la restauración de la aldea e iglesia y, con sus investigaciones, guías y entusiasmo, contribuyó como nadie a la recuperación del Camino de Santiago, creando las flechas amarillas, señalizando el itinerarios desde los Pirineos e impulsando la creación de asociaciones de peregrinos en Galicia, España y el extranjero.