A lo largo del Camino el peregrino encontrará muchos montículos de piedras conocidos como “humilladeros”, verdaderos símbolos del Camino entre los que la Cruz de Ferro es el más famoso. Situado a una altura aproximada de 1.490 metros, entre Foncebadón y Manjarín, no lejos del tradicional inicio de etapa de Rabanal del Camino, el montículo de la Cruz de Ferro está coronado por un poste de madera, de una altura aproximada de cinco metros y con una cruz de hierro de un metro y medio como remate.
Existe una tradición según la cual el origen de los humilladeros estaba ligado al culto al dios Mercurio, protector de comerciantes y caminantes, hasta el punto de que eran conocidos como “Montes de Mercurio”. Para otros historiadores, sus raíces podrían ser anteriores a la romanización o estar ligadas al Imperio Romano pero, defienden, su función sería la de hacer de límite territorial, siendo hitos o señales que marcaban o delimitaban el territorio.
Sin embargo, el paso del Camino de Santiago ha dado lugar a un gran número de leyendas de peregrinación que explican el significado de la Cruz de Ferro y “humilladeros” similares en relación a los peregrinos. Serían los propios peregrinos quienes los habrían formado al ir dejando piedras a su paso, piedras que transportaban desde sus lugares de procedencia.
¿Por qué los peregrinos habrían llevado piedras desde sus tierras a lo largo de distancias tan grandes? Las leyendas que lo explican son muchas y muy diversas. Algunas lo relacionan a un ritual ancestral de agradecimiento, por el cual los caminantes agradecerían a una divinidad prerromana o al propio Mercurio el haber llegado a este puerto. Pero las más populares en el Camino de Santiago son aquellas que hablan de cómo durante la Edad Media, parroquias y cabildos habrían requerido su ayuda a los peregrinos para obtener la piedra necesaria para la construcción de sus iglesias y capillas, incluso de la catedral de Santiago.
En cualquier caso, independientemente de su origen, los humilladeros y las leyendas que los rodean siguen difundiéndose entre los peregrinos, quienes todavía hoy contribuyen a sostenerlos arrojando piedras que traen desde sus pueblos y ciudades. Eso sí, el peregrino que se interese debe saber que el poste y cruz actuales son una copia, y que si quiere visitar los originales puede hacerlo en la etapa anterior, en la ciudad de Astorga, donde se conservan desde 1976 y actualmente pueden visitarse en el Museo de los Caminos.
Foto: Hemos tomado esta imagen del proyecto Commons Wikipedia, su autor es Dietmar Giljohann.