Máximo Ruíz de Larramendi es el presidente de Los Amigos del Camino de Santiago – Centro de Estudios Jacobeos, asociación jacobea de Estella-Lizarra, pionera del asociacionismo jacobeo que este año celebra sus 60 años de vida.
– La Asociación de los Amigos del Camino de Santiago nació hace 60 años, no fue la primera porque ya existía la Société des Amis de Saint-Jacques de Compostelle de París, pero sí fue la pionera en el mundo del asociacionismo jacobeo en España. ¿Con qué espíritu u objetivos nació vuestra asociación?, ¿qué deseo movía a sus fundadores?
Lo cierto es que la asociación de París no era una asociación jacobea en el sentido que las concebimos hoy, eran sobre todo un grupo de investigadores que se ocupaban no ya del Camino, sino de Santiago de Compostela. Nosotros, sin embargo, desde el comienzo nos dedicamos al Camino, a la recuperación del Camino y la atención del peregrino, teniendo también muy presente la investigación pero no era un fin en sí mismo. Los Amigos del Camino de Santiago querían recuperar el Camino y por eso la investigación era importante.
La asociación nació también con un espíritu europeísta muy decidido, ya en el 1962 acuñó la frase “Camino de Santiago Camino de Europa”, es una frase que en los años 80 se reivindicó mucho, pero su origen está en Estella en 1962.
El espíritu con el que nació la asociación se ve muy bien en su primer gran proyecto: el Plan Trienal del Camino de Santiago. Fue un trabajo enorme que la asociación puso en marcha al año siguiente de su fundación: en 1963. Un trabajo realizado para el ministerio, que por entonces no tenía más interlocutor sobre el Camino que la asociación de Estella. Fue una labor enorme: hacer saber al ministerio qué era el Camino y en qué condiciones estaba, documentarlo todo, su trazado, el estado de cada pueblo, de cada tramo… Tienes que pensar que no había Internet ni móviles, se hizo todo andando y después a través de miles de cartas, contactando y hablando con gobernadores civiles, alcaldes… Todo por escrito o caminando. Por suerte conservamos todas aquellas cartas y una gran cantidad de material. La parte de trabajo de campo fue impresionante, realizado por 3 personas de la asociación que se desplazaron con un burro y un carro. En 2010 publicamos un libro sobre ese proyecto y lo que supuso, creo que refleja muy bien lo que mueve a la asociación desde el inicio.
Así pues, desde en sus inicios y todavía hoy la asociación se ocupa de la atención al peregrino, la recuperación del Camino y la investigación, todo ello con un espíritu abiertamente europeísta que hoy se ha vuelto todavía más universal.
-Hablando de sus fundadores, es imposible referirse a la Asociación de Estella-Lizarra sin hablar D. Francisco Beruete, una figura esencial del actual renacimiento de las peregrinaciones a Santiago. ¿Podrías introducirnos un poco la figura de Francisco Beruete?
Fue una persona clave para el Camino. Era secretario del ayuntamiento de Estella y fue fundamental en la recuperación del Camino y de la historia y tradiciones de Estella, recuperó, conservó, defendió aspectos fundamentales del Camino de Santiago y de la cultura navarra. El Plan Trienenal fue sobre todo un proyecto suyo, el gobierno de Madrid les hizo responsables de todo el trabajo que había que hacer para recuperar el Camino y él aceptó y se responsabilizó.
Su lucha por el camino fue inmensa, hay miles de cartas suyas, estuvo como presidente de la asociación 31 años, desde su fundación hasta el 93, y estar en ese cargo no era algo representativo: ¡era estar al frente de casi todo el trabajo! Durante décadas dedicó gran parte de su tiempo a escribir y contestar cartas a todo el mundo, a empujar la creación y el trabajo de todas las acciones… Fue una persona con un deseo y una capacidad de trabajo fuera de lo normal.
Beruete fue el fundador de la Semana de Estudios Medievales y consiguió darle la importancia que todavía tiene. Hubo un momento de crisis, un momento en el que los políticos pensaron que era una actividad elitista y la falta a apoyo económico obligó a suspenderla durante 10 años. Por suerte se recuperó, en 1090, Paco –a Francisco Beruete le llamábamos Paco- y algunos otros recuperamos la Semana llamando a catedráticos amigos, sin un duro, sin dinero ni apoyo, y ya desde el 91 volvimos a contar con apoyo institucional. Hoy por hoy nosotros nos mantenemos trabajando mucho en la Semana pero de forma independiente, por ejemplo, organizamos las comidas desde una sociedad gastronómica y hacemos nosotros mismos las comidas.
– ¿Qué pensáis hacer para celebrar estos 60 años de vida?, ¿tenéis ya algún programa o evento planificado?
Nuestra programación anual es normalmente muy grande, pero este año queremos hacer una programación todavía más extensa que otros años. La principal novedad es la semana del 21 al 27 de marzo, que es la fecha de aniversario, durante esa semana vamos a hacer rutas del Camino de Santiago con todo Estella: jubilados, área de la mujer, escuelas infantiles, institutos, etc. Queremos que todos ellos conozcan el Camino, que caminen etapas, escuchen conferencias… Queremos que todos vivan el Camino, sobre todo la gente joven. Es una semana dedicada, sobre todo, a la gente de Estella, desde niños a mayores. También proyectaremos películas con esa idea de dar a conocer a todos el Camino, porque queremos ponerlo en el momento actual, que los jóvenes no lo vean sólo como algo del pasado o de mayores.
El sábado 26 las asociaciones del Camino de Santiago Navarro vendrán a Estella y haremos una visita guiada a todos y una comida de confraternidad, comida en la que, una vez más, cocinaremos nosotros. El 27, domingo, día exacto en el que la asociación se constituyó, haremos un acto constitucional con presidentes de otras asociaciones, federaciones y autoridades. Y seguramente nombraremos a dos socios de honor de la asociación.
Pero, obviamente, haremos mucho más… Todos los meses tenemos cosas y salimos a caminar, muchas veces con otras asociaciones. Y además nuestra programación anual estable: En mayo las 22 Jornadas del Camino de Santiago, que este año dedicaremos a la acogida del peregrino; en julio la 48 Semana Internacional de Estudios Medievales dedicada este año a las Órdenes Militares y el Camino, en la que pagaremos 20 becas a estudiantes a quienes acogeremos con cama y comida, organizaremos conciertos, invitaremos a cenar a profesores y acompañantes… ¡Y esas comidas las pagamos de nuestro bolsillo! Lo que buscamos es que todo el mundo confraternice.
Y sigo… En septiembre tenemos la 53 Semana de Música Antigua de Estella, es muy importante en la ciudad, empezamos nosotros pero ahora tiene un volumen tal que el Gobierno de Navarra la organiza. Vamos a participar con conferencias, sobre el inicio de esta semana y su vinculación con el Camino de Santiago, pero también sobre qué oían y qué veían los peregrinos a su paso por Estella. En octubre tendrá lugar la 29 Semana de Estudios Sefardíes, en Estella hubo una comunidad sefardí muy importante que también salió al amparo del Camino, vienen los mayores especialistas, a día de hoy es la semana más antigua sefardí de España.
Ya en noviembre las 20 Jornadas de Patrimonio, cada año sobre un tema pero en el Camino de Santiago, desde monumentos a folklore. Y este año, en diciembre, esperamos presentar un libro: Una asociación pionera 1962-2022 y el nuevo número de la revista Ruta Jacobea, la revista que la asociación publica desde 1963.
Trabajo no nos va a faltar… Somos unos 330 en la asociación y hay siempre apoyos, aunque para el trabajo ya sabes que al final siempre se empeña un pequeño grupo. En cualquier caso hay un núcleo de personas muy implicadas, con un gran deseo, sin esa implicación todo esto sería imposible.
– Me interesa mucho el hecho de que vuestra asociación naciera ligada a un centro de estudios, un centro muy activo e importante todavía hoy. ¿Qué crees que ha supuesto para la asociación el Centro de Estudios Jacobeos?, ¿qué mueve a los Amigos del Camino de Santiago a dar tanta importancia y espacio a la investigación?
Para la asociación era importantísimo desde el comienzo, porque no había casi nada sobre lo que recuperar y conocer el Camino. Todo el conocimiento del Camino estaba por hacer: recuperar lo que fue el Camino en el medioevo. Con los años el centro se ha ido abriendo más, pero sus actividades siempre giran en torno al Camino de Santiago, eso sí, partiendo de ahí vamos hacia una recuperación de toda la cultura medieval, de las tradiciones del Camino pero también de Estella, de la música, la cultura sefardí, etc.
Verás, ahora, en la actualidad, muchas asociaciones son fundadas o se alimentan de mucha gente que ha hecho el Camino, que muchas veces casi acumulan caminos, pero no saben lo que están haciendo, no conocen la historia, los valores, el significado de ese Camino. Es central la historia del Camino, porque si seguimos en la línea de acumular caminos sin historia no habrá futuro para el Camino, acabará reducido a un itinerario cualquiera para hacer senderismo. Para tener futuro tenemos que recuperar y defender la historia del Camino.
Te pongo un ejemplo: la propia Estella. Por este lugar el Camino no pasaba en el siglo X, pero Sancho Ramírez decidió hacer una ciudad para el Camino, ¡y fue Estella! Nació para el Camino y eso determinó su estructura, sus monumentos, algo que está presente en muchos núcleos del Camino. Sin historia el Camino es una ruta más de senderismo, pero nosotros defendemos el poso que hay detrás.
– 60 años de vida de una Asociación como la vuestra son 60 años de trabajo, de actividades… ¿Qué destacarías del trabajo y las aportaciones que la Asociación de Estella-Lizarra ha realizado durante este tiempo?
De algún modo las actividades programadas para este año pueden dar una idea del trabajo de la asociación, porque la mayoría de ellas son anuales y tienen una larga historia. Pero creo que es importante destacar aquí el trabajo de los primeros años, porque durante los primeros 20 años ¡estábamos solos en el Camino! No es que buscásemos esa situación, era un hecho, una situación que nosotros siempre quisimos cambiar pidiendo siempre que se creasen más asociaciones, en primer lugar a lo largo del Camino francés. El esfuerzo de no tener más interlocutores era muy duro y nosotros creíamos que hacían falta todos, por eso la asociación luchó siempre por que se creasen nuevas asociaciones.
Entonces, durante 20 años de trabajo por el Camino no había nadie más en España, por eso el trabajo de esos años, años es inmenso, llevamos toda la carga, no había otro. Ahí se encuadre el informe trienal concebido como punto de partida importantísimo para saber qué era el Camino, por dónde iba, si había infraestructura… Que, como ya he comentado, supuso un trabajo ímprobo.
Por otro lado resaltaría la atención al peregrino y la acogida. Por un lado, ya en 1960, dos años antes de su fundación oficial, los que serían responsables de la asociación acordaron con la catedral de Santiago la expedición de “la Credencial del Peregrino”. Y desde el primer momento la atención y acogida del peregrino fue central, recibir y asistir al peregrino, facilitarles alojamiento. Desde el comienzo, antes de disponer de un albergue, acompañábamos a los peregrinos, les buscábamos alojamiento, comida… Recuerdo que a mi mujer y a mí Paco (Francisco Beruete) siempre nos decía: que no se pierda nunca la atención al peregrino, eso es indispensable. Y siempre lo hemos llevado a cabo, que los peregrinos se marchen contentos de la acogida.
Ahora gestionamos un albergue, pero sobre ese punto en concreto tengo que decir que este año el gobierno de Navarra no se está portando bien. Tenemos el albergue cerrado porque no nos permiten subir a más de 5 euros, pero con ese dinero no podemos seguir, así que nos vamos a plantar. Lo digo porque si todo tuviese que caer por falta de apoyo, pues que caiga. Hacemos esfuerzos muy grandes, pero hay cosas que son imposibles. Vamos a abrir en marzo y pedir 8 euros, porque con todo lo que hacemos y ofrecemos (como las sábanas desechables) no es posible pedir menos.
– El futuro… ¿Cómo veis desde la Asociación el futuro del Camino?, ¿y de la propia Asociación?, ¿podrías comentarme algún proyecto o, al menos, deseo para el futuro?
Para nosotros es indispensable acercar a gente joven a la asociación, gente joven que venga no sólo con el espíritu de hacer deporte, sino que tenga interés por conocer el Camino de Santiago y su historia. Insisto mucho en este punto porque lo considero indispensable para que el Camino no se degrade a una ruta de senderismo. Para eso el esfuerzo es ímprobo, llevamos ya 16 años llevando a toda la enseñanza primaria de Estella a caminar y explicándoles también el Camino.
En este esfuerzo de llegar a los más jóvenes recuerdo algo fantástico que ocurrió hace unos años. Un grupo de niños de 10 y 11 años se preparó para explicar a los peregrinos que pasaban la historia del Camino en Estella, sus monumentos, etc. Lo hacían en castellano y en inglés y fue increíble. En ese sentido soy optimista porque aquí nos conocemos todos y luego escuchas a los padres que dicen que sus hijos ¡no les dejan en paz con el Camino!
También soy optimista porque se están creando otras colaboraciones, por ejemplo, en Estella hay un grupo CETE (Centro de Estudios Tierra Estella) que salió al amparo de los Amigos del Camino y ahora, tras muchos años caminando separados, les he propuesto colaborar más juntos, en la dirección de conocer y dar a conocer nuestra historia.
Siempre en relación con la base histórica y específica del Camino, un aspecto importante para seguir trabajando en el futuro es la concienciación de los políticos. Es importante que entiendan lo que las asociaciones del Camino pueden aportar en este sentido, que entiendan que aquí no trabajamos cuatro años, que llevamos décadas de trabajo y conocimiento que podemos aportar. No digo que ellos no tengan buenas ideas, pero creo que tienen que entender que es importante escuchar un poco más cómo va esto.
En Navarra creo que a nivel de las instituciones públicas las cosas no funcionan bien, han sacado el Camino de Cultura para ponerlo en Turismo y eso es un error. Al Camino, si sólo lo ves con ojos de turismo, lo hundes. Por otro lado, no puedes dar la misma importancia a cualquier Camino, el Codex Calixtinus y una bula papal no son lo mismo que un itinerario de un peregrino que salió de su casa… hay un trabajo inmenso que hacer en ese sentido, un equilibrio que hay que mantener entre que los peregrinos puedan caminar desde su casa y que un Camino se acepte como Camino de Santiago.
– En la Fundación Jacobea nos interesan mucho las historias individuales, las experiencias y testimonios de cada peregrino, que siempre tienen algo de únicas. ¿Podría preguntarte qué te llevó a ti al Camino de Santiago?
Lo que me tocó desde el principio fue ver pasar a los peregrinos. Me sorprendía que los pocos peregrinos que pasaban en los años 70 vinieran de tan lejos, que la mayoría fuesen extranjeros, me interesé por ello. Luego conocí a Paco Beruete, quien me metió el gusanillo de la atención al peregrino. Recuerdo que al principio los metíamos en donde fuese, les buscábamos casas particulares, se hacía todo eso. Llegué a los Amigos en 1980, con 24 años, y un año después ya estaba en la junta. ¡Llevo trabajando en la junta 41 años! Desde entonces hemos atendido a todo tipo de personas ¡y ahí seguimos todavía!