Roncesvalles posee un lugar de excepción entre los juglares medievales y los peregrinos, la poesía medieval y las peregrinaciones. Su fama se debe principalmente a que una de las gestas medievales más legendarias de la historia de Occidente, la Batalla de Roncesvalles: intervención de los ejércitos de Carlomagno en la liberación del territorio que había sido invadido por los musulmanes, que tuvo lugar en el 778 y pasó a la historia a través de la La Chançon de Roland, el poema épico más célebre de toda la Edad Media. Situado junto a la frontera con Francia, al pie de los Pirineos, Roncesvalles es además un rincón mágico del norte de Navarra a causa de su naturaleza y patrimonio, uno de esos lugares cuya visita no se olvida.
De las tradiciones y leyendas sobre la batalla y su relación con los lugares del Camino Francés da cuenta el Códice Calixtino: “… hacia el norte, hay un valle que se llama Valcarlos, en que acampó el mismo Carlomagno con sus ejércitos cuando los guerreros fueron muertos en Roncesvalles, y por el que pasaban también muchos peregrinos que van a Santiago y no quieren escalar el monte. Luego, pues, en el descenso del monte es encuentra el hospital y la iglesia en donde está el peñasco que el poderoso héroe Roldán partió con su espada de arriba debajo de tres golpes. Después se halla Roncesvalles, lugar en el que en otro tiempo se libró la gran batalla en la cual el rey Marsilio, Roldán y Oliveros y otros ciento cuarenta mil guerreros fueron muertos”.
La fundación en este lugar de la Colegiata de Roncesvalles, una de las hospederías de peregrinos más importantes desde la Edad Media, ha dado lugar a numerosos debates. La mayor parte de los especialistas coinciden en señalar que, probablemente, más allá de las leyendas y tradiciones, la colegiata nació en Roncesvalles porque había sido siempre el lugar de paso entre Pamplona y Francia, hipótesis que se sostiene en la prexistencia de una calzada romana que unía Burdeos y Astorga.
Las primeras noticias sobre su fundación datan de 1127, cuando el rey Alfonso el Batallador instó al obispo de Pamplona a fundar en Roncesvalles una institución que pudiese acoger y asistir a los peregrinos que llegaban a través de los Pirineos y se dirigían a Santiago. Nació así una primera institución hospitalaria (albergue-hospital), que aparece en los primeros documentos como “Capilla Caroli Magni” o “Capella Rolandi” y que, a comienzos del siglo XIII, sería dotada por el rey Sancho VII de Navarra con la arquitectura actual y título de Real Colegiata de Roncesvalles.
La Colegiata de Santa María de Roncesvalles pasó así a contar con una extraordinaria iglesia de estilo gótico, considerada como uno de los mejores ejemplos del gótico francés de su tiempo, que tomó a la Catedral de Notre-Dame de París como modelo para su planta y alzado. A lo largo de los siglos la Colegiata sufrió diversos incendios y tuvo que ser reformada en varias ocasiones, sufriendo reformas muy profundas en los siglos XVI y XVII, cuando se transformó también en parte su exterior que pasó a ocultar parcialmente su interior gótico.
Al peregrino que visite la Colegiata, le recomendamos acercarse a contemplar la escultura de la Virgen de Orreaga que conserva en su interior, una talla de la María con el Niño en brazos de gran valor estético y culto popular. De su arquitectura destacamos el claustro y la sala capitular, conocida también como capilla de San Agustín, sala en la que se conserva el sepulcro de Sancho el Fuerte, una extraordinaria y gran sepultura del siglo XIII, a la altura de un monarca que, según la tradición, ¡medía 2,25 metros!
Entre los espacio de la Colegiata destaca también un museo-biblioteca, en los que se custodian tesoros documentales y bibliófilos y otros tipos de piezas, como el célebre Ajedrez de Carlomagno, tablero y piezas de gran valor y belleza que dio lugar a varias leyendas.
El conjunto de Roncesvalles se completa con otras pequeñas arquitecturas muy cercanas a la colegiata: la gótica casa Itzandegia, de la que se cree que pudo ser originariamente una vivienda o parte del hospital de peregrinos; una capilla dedicada a Santiago y, situado entre ambas, el Monumento a la Batalla de Roncesvalles, un sencillo monumento reconstruido en varias ocasiones, que en sus relieves evoca la historia del hospital y de la mítica batalla.
Foto: Hemos tomado esta imagen del proyecto Commons Wikipedia, su autor es Marianne Casamance.