Manuel F. Rodríguez es un periodista, investigador y escritor muy conocido en el mundo del Camino de Santiago, en el que ha ejercido un importante trabajo como técnico del Xacobeo. En los últimos años se ha centrado cada vez más en la escritura, desde la investigación y desde la ficción. Hoy nos acercamos a su última publicación, fruto en este caso de un importante trabajo investigador: Cronología Jacobea. Una visión de conjunto de las peregrinaciones compostelanas, que acaba de publicar la Xunta de Galicia.
Mi primera impresión al ojear tu Cronología Jacobea fue pensar: ¿Cómo es posible que nadie hiciese algo así antes? Te devuelvo a ti esta pregunta, porque realmente una obra así es extremadamente útil para todos, investigadores, divulgadores… para cualquier persona interesada en el Camino…
Se había publicado alguna cronología centrada en grandes momentos y personajes de la historia del Camino. O sea, en efemérides. Pero nunca, es verdad, una cronología con afán de mostrar la materia jacobea en su globalidad. Y esto supone tener en cuenta los grandes momentos, buenos y malos, y también los muchos instantes anónimos, la cotidianidad del Camino. En este sentido, en la introducción del libro señalo que no están ‘todos’, un imposible, pero que sí está en gran medida ‘todo’. O sea todo lo que el Camino supuso y supone en su día a día.
¿Cómo nació el proyecto?, ¿qué peso tuvo tu vínculo con el Xacobeo en él?
El origen fue una propuesta de la dirección del Xacobeo para elaborar una relación de efemérides del Camino y del mundo jacobeo para la web del Xacobeo 21-22, con motivo del año santo compostelano 2021-2022. Pero percibí que una selección de efemérides no mostraba la diversidad y riqueza del fenómeno. Propuse realizar una cronología que presentase en los 365 días del año algo que hubiese sucedido en el mundo jacobeo en cada una de esos días en algún momento del pasado. Hechos destacados o un simple acto anónimo. El Camino tiene unos 1.200 años y es el fruto de mucha gente en muchas partes. Eso intenté mostrar. Y así se publicó en la web durante los 365 días de 2021. También se editó una agenda para ese año que incluyó esta cronología.
Me gustaría que tratases de acercarte un poco a los criterios que te han permitido seleccionar las efemérides que recoges, ¿qué hace que selecciones o no un evento como digno de reseñar en una cronología jacobea?
El criterio fue que cada fecha seleccionada mostrase un momento del Camino. Y que, vistas esas fechas en su conjunto, ofreciesen una visión más o menos integral del mismo y de su historia. Otro criterio fue el de evitar la repetición de hechos semejantes. Con todo, algunas cuestiones necesitaron una cierta reiteración en el tiempo para evidenciar su significación. Y un problema: en los siglos pasados muchos temas trascendentes no disponían, por diversas razones, de una fecha concreta de referencia, así que debí obviarlos. En el libro, y con una intención de contexto, sí están algunos de esos hechos más significativos, pues en él se presentan ordenados por siglos y años, no por días. Un libro que, por cierto, debe su publicación al empeño del profesor Paolo Caucci, quien convenció a la Xunta para que esta cronología no quedase olvidada.
Tu libro me parece fundamental para la investigación en tanto incluye una importante bibliografía y, sobre todo, una bibliografía que concierne también al siglo XX y al XXI. ¿El presente es ya materia de investigación en el Camino?
El presente, o sea, la contemporaneidad del Camino, es ya pura historia. Una historia muy intensa, en ebullición. Y debía estar en la cronología. Además, me encontré con días para los que resultaba complicadísimo hallar algún hecho de los siglos pasados que incluir. Esas lagunas las resolví recurriendo a los años más recientes.
Supongo que en una investigación tan vasta, con tantas fuentes diversas, habrás encontrados datos y efemérides que desconocías. ¿Te sorprendió algo?, ¿nos contarías algún dato o evento particularmente extraño o sorprendente?
Encontré hechos que más que resultarme desconocidos, me confirmaron la presencia de la peregrinación jacobea en la vida cotidiana de la Europa occidental en la Edad Media e incluso, aunque con una evidente reducción de su ámbito geográfico, en los siglos siguientes. ¿Una cuestión sorprendente…? Pues, por ejemplo, la vitalidad y dimensión geográfica que alcanzó la peregrinación medieval por vía marítima desde diversos puntos de Europa hacia -sobre todo- el puerto de A Coruña.
Los datos que has recogido muestran la que ha sido la esencia y alma del fenómeno jacobeo durante los siglos. A partir de ello, ¿qué eventos o efemérides tenemos que seguir repitiendo, celebrando o propiciando en los próximos años?
No me atrevo a dar consejos en ese sentido. Con que las gentes que amamos el Camino hagamos un poco cada día por no perder su memoria, sus significados más propios y su condición de espacio de encuentro europeo, compartido ahora con el resto del mundo, a mí me basta. En mi opinión, el Camino actual necesita más que más eventos y efemérides, sentido común.
En fin, la pregunta inversa a la anterior… ¿Qué efemérides o eventos no deberíamos de repetir?
No deseo ser censor de nada. Eso sí, hay determinadas celebraciones propagandísticas que considero totalmente innecesarias, a veces incluso chirriantes.
Para terminar, querría preguntarte si tienes entre manos algún otro proyecto de investigación vinculado con el Camino.
He comenzado a profundizar en la relación histórica entre Santiago de Compostela, la meta del Camino religioso, espiritual, si se quiere, y Fisterra, la meta emocional y escatológica cuyos orígenes irían más allá de la propia peregrinación compostelana. Pretendo comprender cómo se influyeron mutuamente, si es el caso, que yo estimo que sí. Estoy comprobando que el tema no va a ser nada fácil.