Oihana Trojaola ha colaborado con la Fundación desde sus inicios: Participó activamente en nuestro audiovisual La memoria de los peregrinos y en nuestro libro El año 2020 en el Camino, desde España como peregrina y activa voluntaria de Acogida Cristiana en Santiago, pero también -por residir en Dublín- como miembro muy activo de Camino Society Ireland. Hoy volvemos a encontrarla en Santiago y queremos aprovechar esta oportunidad para entrevistarla sobre la labor de los voluntarios en el Camino, en particular, sobre el trabajo que realiza Acogida Cristiana en la catedral y Oficina del Peregrino de Compostela.
-En primer lugar, una pregunta general: ¿Qué significa para ti ser una voluntaria?, ¿Qué crees que significan los voluntarios en el contexto del Camino de Santiago?
Ser voluntaria para mi es dar sin recibir nada (económico) a cambio. Es ayudar a quien lo necesite a través de mis cualidades, habilidades y destrezas para aportar mi granito de arena haciendo el bien en la sociedad. Es una experiencia que me permite ayudar, conocer gente, ampliar mi círculo de amistades, aprender de otros, intercambiar ideas y casi siempre prestar un hombro en el que llorar o sacar una sonrisa para aliviar un poco el alma.
El Camino de Santiago sin voluntarios sería algo muy diferente, es más, casi me atrevería a decir que no existiría. Muchos deberían agradecer por el tiempo invertido de esas personas que dan el máximo de sí mismos para ayudar al prójimo sin esperar más que un “gracias” o un abrazo. Si el peregrino tuviese que pagar gastos por la variedad de servicios en los cuales los voluntarios ayudan sin fines de lucro, el Camino no sería apto para muchos. A lo largo y final del Camino se sigue trabajando para dar acogida y permitir a cada peregrino vivir una experiencia única, aunque debo mencionar que hoy en día una minoría de peregrinos exigen mucho y no dan nada para mantenerla, lo que implica que muchos servicios no pueden cubrir los gastos mínimos para continuar a lo largo del Camino.
-En la Fundación recibimos muchas preguntas sobre cómo llegar a ser voluntario, hemos entrevistado a gente vinculada a Hospitaleros Voluntarios y nos gustaría que tú introdujeses el voluntariado con la catedral de Compostela: ¿Podrías comentar algo sobre cómo llegar a ser voluntario de la catedral de Santiago?
ACC, Acogida Cristiana en los Caminos de Santiago, tiene por objetivo el servicio a los peregrinos promoviendo el aspecto espiritual de la peregrinación de aquellas personas que deseen ser voluntarios y dar al Camino algo de lo que han recibido en él. La “acogida” es el aspecto más importante.
A principios de cada año, a través de su página web https://acogidacristianaenloscaminosdesantiago.org/ y redes sociales, así como las de la Oficina del Peregrino y la Catedral, suelen iniciar la campaña de voluntariado, ya sea en el Centro Internacional de Acogida al Peregrino en Santiago de Compostela o en alguno de los diversos albergues del Camino de Santiago. También hay quienes se acercan y solicitan información directamente en la Oficina del Peregrino.
Como voluntario en Santiago se realizan tareas de entrega de la Compostela a los peregrinos y acogida en el Monte de Gozo. Aquellos que prefieren voluntariado en albergue, las tareas y detalles las indica el albergue al que asistirán.
Considero que para ser voluntario ACC se requieren ciertas cualidades: ser empático, de mente abierta, amable, disponibilidad de servicio, paciente, saber trabajar en equipo, dominar más de un idioma (aunque no indispensable, ayuda mucho a dar mejor acogida al peregrino), proactivo, responsable, sociable y haber tenido alguna experiencia como peregrino en el Camino de Santiago.
-Llegamos así a tu experiencia, primero el lado práctico: ¿Con qué se encuentra un voluntario?, ¿en qué consiste el trabajo de voluntariado en ACC?
Los voluntarios en la Oficina Internacional de Acogida al Peregrino principalmente reciben al peregrino al final de su Camino y a una minoría, no menos importante, antes de iniciar su Camino al adquirir la credencial y solicitar información.
El nuevo sistema informático ha facilitado y agilizado el proceso de solicitud de la Compostela, reduciendo el tiempo de espera para aquellos que tienen poco tiempo y permitiendo acoger al peregrino que necesite más tiempo.
Las emociones de los peregrinos al final del Camino son muy diversas y hay que saber manejarlas con mano izquierda. En mi experiencia, al identificarme como voluntaria y peregrina queriendo dar la bienvenida como yo quisiera, ayuda mucho. Hay que resolver las necesidades de cada peregrino y darle el tiempo de acogida necesario. En muchas ocasiones la acogida termina en un abrazo o en lágrimas, incluso con un breve descanso para reponer la fortaleza y continuar con la acogida.
-Y luego lo que no es práctico, lo que se encuentra en esa experiencia, en tu caso … ¿Cuántos años ya?
Fue en verano de 2018 que participé por primera vez en el programa de voluntariado por un par de semanas a través de la invitación de ACC a los voluntarios de Camino Society Ireland. Desde entonces contacto personalmente y he participado todos los años menos en 2020 debido a las restricciones de viaje de la pandemia. Este año, debido a mi profesión, estuve en dos ocasiones, en la época de Semana Santa y en verano.
Dar acogida al final del Camino es una experiencia increíble y es por ello que suelo hacer Camino y luego voluntariado. Yo siempre insisto que “hay que vivirlo para entenderlo”. La experiencia de este año me ha motivado ya a planificar fechas para el 2024 que con ansias esperaré a principios de año para solicitarlas una vez defina detalles de mi Camino.
-¿Qué has encontrado en esa experiencia como voluntaria para seguir repitiendo?, ¿aporta cosas diferentes a la peregrinación?
Los peregrinos conocemos del vínculo especial que se crea con otros peregrinos a lo largo del Camino, como me dijo este año un peregrino: tengo una nueva “Camilia”, describiendo así a la familia formada a lo largo del Camino. Entre los voluntarios también se crea otra “Camilia” que se conforma de personas de diversas nacionalidades y edades, que año tras año tratamos de coincidir para compartir experiencias de acogida mientras apoyamos y orientamos a los que acuden por primera vez al programa. Cabe destacar que todo el personal de la Oficina del Peregrino tiene mucha paciencia con los voluntarios, nos ayudan mucho a aprender y nos agradecen siempre por nuestra colaboración.
Mi experiencia me ha permitido tener nuevas amistades que me han apoyado en las buenas y en las malas durante el voluntariado, ya sea para compartir un abrazo o ir a comprar un helado. También he aprendido mucho más de Santiago, la Catedral, el Camino y de Galicia a nivel histórico, cultural y artístico, gracias a personas muy especiales que tienen un conocimiento increíblemente rico y en ocasiones único en áreas específicas que valen mucho más que una remuneración monetaria.
-En 2018 nos contaste tu experiencia como peregrina, cómo llegaste al Camino… Después de tantos años peregrinando, con trabajo de voluntariado, en asociaciones… ¿Qué crees que ha aportado el Camino de Santiago a tu vida?
Podría resumir que me ha ayudado mucho a desarrollar una conexión emocional con las personas y ser más empática, a tener una sensibilidad social, me ha cambiado la percepción de vida sabiendo agradecer por las pequeñas cosas, a vivir en el momento y tener motivación por la vida, a mejorar como líder y a ser un poco minimalista en cuanto a lo que poseo.
-Y para terminar nos gustaría conocer un poco tus proyectos: ¿tienes algún proyecto de futuro vinculado al Camino de Santiago?, ¿te queda algún sueño por cumplir?
Considero importante seguir aprendiendo, no tengo nada concreto, pero siempre existen variedad de cursos, charlas o información por descubrir. Apoyar proyectos vinculados al Camino y/o enseñar y dar información de todo lo vinculado al Camino de Santiago. También, como he expresado anteriormente y no menos importante, continuar con mi voluntariado en la Oficina del Peregrino.