La fundación de nuestra Asociación se remonta a los primeros ayuntamientos democráticos en nuestra ciudad. La Casa Familiar “San Francisco de Asís” se abrió en Córdoba el 7 de enero de 1977, en un pequeño local para 15 enfermos. A la casa asistían muchas señoras a colaborar con los hermanos, igual que ocurre ahora en mayor número con nuestro voluntariado.

En diciembre de 1979, dos colaboradoras, Mª Teresa Jiménez y Pilar Gómez, se dirigieron al Teniente de alcalde Don Antonio Herrera, solicitándole la posibilidad de que la cabalgata de Reyes visitase la casa familiar y los Reyes Magos entregaran los regalos a los acogidos. Antonio Herrera, que hasta entonces desconocía la casa, no sólo se comprometió y convenció a sus compañeros de otros partidos para visitar la casa durante la cabalgata, sino que también buscó donaciones de regalos para los acogidos.

La visita se produjo y los concejales que ocupaban el lugar de reyes –uno de ellos el propio Herrera- salieron profundamente conmovidos de la experiencia, convocando una comisión que, finalmente, sería la base una asociación de ayuda a los Hermanos de Cruz Blanca. Nació así la Asociación el día 14 de marzo de 1980, con los fines principales de colaborar tanto personal como económicamente con la congregación de los hermanos de Cruz Blanca.

Nuestra Asociación tiene como fin fundacional, la ayuda a los asistidos en la Casa Familiar “San Francisco de Asís” de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca en Córdoba. Todos ellos deficientes discapacitados  psíquicos y físicos en distintos grados y algunos  con escasos recursos económicos. Por ello nuestra actividad es la de colaborar, con los Hermanos Franciscanos, en el desarrollo psíquico y físico de nuestros asistidos, con el objetivo de mejorar su calidad de vida como personas, con estas deficiencias físicas y psíquicas, que se van agravando con el paso del tiempo. Crearles un hogar donde desarrollar todas sus potencialidades.

Llevamos ya más de 40 años al lado de nuestros “niños” y de los Hermanos Franciscanos de  Cruz Blanca. Aclaro aquí que familiarmente llamamos “niños” a los asistidos, pero se trata de niños, jóvenes y adultos cuyas edades alcanzan hoy hasta los 80 años.

Las actividades de la Asociación son muy numerosas: continuamos con la tradicional visita de los Reyes Magos, organizamos cruces de mayo, cenas benéficas y múltiples actividades que realizamos de forma periódica y anual asumiendo sus costes. Contribuimos a sus vacaciones en la playa, viajes y visitas a diferentes lugares, rutas de senderismo… Hemos ido con un grupo de 14 “niños” a ver al Papa Francisco y realizado el Camino de Santiago en cuatro ocasiones.

En la actualidad somos 400 socios. La junta directiva con la que contamos es como una familia, una reunión de amigos en la que cada uno, dentro de sus posibilidades, intenta siempre ayudar  en lo que puede y en lo que mejor conoce.

Sin duda el ponernos en el camino de los Hermanos de Franciscanos de Cruz Blanca nos ha servido para aprender muchísimo “es otra forma de entender la vida, de amor, de servicio, de ayuda al prójimo, muy lejos del materialismo que cada día nos mueve y nos acosa más”.

Historia de los Caminos de la Cruz Blanca de Córdoba

El Camino de Santiago ocupa un lugar particular en la Asociación ya que lo ha organizado y realizado en 4 ocasiones, asumiendo en todas ellas los costes a partir de las cuotas de nuestros asociados y benefactores.

Lo hemos recorrido en cuatro ocasiones:

-Primer Camino (2006): Camino francés desde Arzua a Santiago, con 10 “niños”

-Segundo Camino (2010): Camino portugués desde Tui a Santiago, con 14 “niños”

-Tercer Camino (2019): Camino espiritual desde O Porriño a Santiago, con 10 “niños” y 5 “niñas”

-Cuarto Camino (2023): Camino del Norte desde Vilalba a Santiago con 11 “niños” y 4 “niñas”

Acabamos de culminar este cuarto Camino, el día 21 de abril de 2023, después de recorrer seis etapas desde Villalba hasta Santiago de Compostela. A través de esta experiencia, queremos explicar lo que buscamos y hemos encontrado en Camino.

Los objetivos generales de nuestro proyecto eran el desarrollo de hábitos de convivencia entre los asistidos fuera de la Casa Familiar “San Francisco de Asís”, desarrollar actividades físicas en contacto con la naturaleza y observar el comportamiento de los asistidos en una actividad de ocio fuera del contacto con sus compañeros y monitores habituales.

Para la realización de esta actividad hemos contado con 15 voluntarios miembros de la Asociación, entre ellos dos médicos, dos miembros de las fuerzas armadas, cuatro  profesores de Universidad e Instituto, tres maestros, miembros de la judicatura y dos Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca.

Hemos definido este Camino como un Camino de Valores y de Compromiso, en el que han participado 15 campeones, que nos han acompañado, que han demostrado lo que son en situaciones anteriores, entre otras esa dura pandemia vivida, con el aislamiento en la soledad, sin abrazos, sin salidas ni contacto con la gente, salvo con sus cuidadores escondidos en los EPI… Y, por supuesto, ya habían demostrado en los otros caminos que hemos realizado.

En esta ocasión, como en su día a día, ellos son nuestros maestros de los valores: Gratitud, sacrificio, unidad, capacidad de compartir, apoyo, ayuda, solidaridad, generosidad… Pero siempre con su sonrisa, con alegría sin pedir nada a cambio. Y eso es una de las características fundamentales de éste y de los otros caminos: ser capaces de transmitir valores, algo que desgraciadamente cada día los estamos echando de menos.

Y junto a los valores el compromiso. Compromiso de todos los que, de una u otra manera, han colaborado en hacer posible su realización: Ayuntamiento, Diputación y Universidad de Córdoba, Grupo Piedra, Asociación del Camino Mozárabe y Comandancia de la Guardia civil de Córdoba. Compromiso de los voluntarios, mujeres y hombres, que hicieron este Camino, compromiso de los Hermanos que también estuvieron con nosotros.

Gracias a todos los que cada día hacen posible Cruz Blanca desde la asociación el voluntariado, también desde los medios de comunicación, aportando vuestro grano de arena, por una causa por un motivo, que son estos Niños, todos  merecen no solo nuestro afecto y cariño sino también nuestro mayor respeto y darles  siempre igualdad de oportunidades en cualquier cosa que se organice.

Nos dice el Hno Superior: “Para mi han sido unos días muy hermosos que me han ayudado a reflexionar, afianzarme y a ser mejor hermano Franciscano, es lo único importante para mí”. Y otro Hno comenta: “Yo no tengo palabras para daros las gracias por todo el bien que me hacéis y en estos maravillosos días que he tenido, Dios que es  rico en misericordia los colme de bendiciones y bienaventuranzas,  un montón de besos y abrazos para todos”.

Y reproducimos otro testimonio, de un voluntario: “La necesidad de buscar paz y sentido a tu vida te embarca en esta aventura donde llevas una mochila cargada, de todos esos desasosiegos que te tambalean y paralizan, que te hacen sentir como el ciego bíblico llena de miedos, agobios, prisas, tristeza, ansiedades…Pero en este camino descubres valores que toda la buena gente que te ha acompañado te ha ido mostrando: amistad, cariño, entrega, sacrificio, sinceridad… Gracias por todo lo que día a día me habéis enseñado, pero, sobre todo, gracias por haberme brindado la oportunidad de tener tan cerca a Cristo, vivo y resucitado”.

Sin duda que  estos días de Camino, de luz y de vida, de entrega y sacrificio, de paz y de amistad  de  compromiso y de valores, nos han ayudado a despertar en todos lo mejor que tenemos dentro de nosotros mismos y alcanzar los valores que de forma sencilla y precisa resume el lema de los hermanos Franciscanos,

PAZ Y BIEN.

Y por supuesto  con la esperanza que el Apóstol Santiago siga guiando el Camino de nuestra vida.

 

Miguel Ángel Caracuel

Presidente de la Asociación de Amigos de Cruz Blanca de Córdoba