Silvina Potenza es Argentina, de Rosario, licenciada en comunicación y escritora. En su página web www.silvinapontenza.com se puede consultar todo lo que ha escrito, incluido su último libro: Por la magia del Camino. Su libro sobre el Camino es una novela cuya historia nos ha fascinado: no surgió de su experiencia como peregrina, sino que, por el contrario, fue su novela la que la llevó a peregrinar. Hablamos con ella en Santiago, al final de su Camino, sobre su libro y sobre su peregrinación.
-De algún modo el Camino llegó antes a tu literatura que a tu vida. Pero, ¿cómo llegó?, ¿cómo conociste el Camino?
Primero conocí Santiago como turista. Había estado en la ciudad y visto peregrinos llegando a la plaza del Obradoiro, también caminando por la ruta. Recuerdo que me decía a mí misma “¡mira esta gente!, ¡qué cosa!”. Pero ni pensé en hacerlo… En 2018 una amiga me comentó: tenemos que hacer el Camino de Santiago. Le dije ¿qué es eso? Ella me regaló un libro con imágenes y yo que adoro investigar empecé a hacerlo: vi películas, leí libros, busqué sin cesar en la red…
-Y desde ese primer interés, ¡el Camino saltó a tu obra!
Sí, ahí empezó todo. En ese momento estaba empezando una novela, un abogado de 28 años a quien le muere su novia, la familia de la novia lo culpa por no haber estado con ella en aquel momento y él, con esa carga, queda sumido en un mundo gris. La realidad pasó a la ficción: decidí que el protagonista de la novela se encontrase con una amiga que le decía “¿por qué no vas al Camino?” y decidí que él también empezase a investigar sobre el tema, a planificar, pero el tiempo pasaba en la novela… ¡Nueve años hasta que mi personaje pudiera hacer el Camino!
En mi novela la ficción se mezcla todo el tiempo con cosas reales que me iban ocurriendo, como el sumarme al grupo de Facebook de Argentinos en el Camino de Santiago de Compostela, el hecho de que este grupo le permitiese hablar con peregrinos, chatear con alguien… Me pasaba a mí y al personaje.
-Finalmente tu personaje lograba peregrinar a Santiago, pero tú todavía no habías recorrido el Camino. ¿Cómo pasaste de documentarte y escribir a caminar?
Es verdad, mientras escribía todo esto no había hecho el Camino, fue escribiendo y documentándome cuando empecé a decidir que definitivamente quería hacer el Camino, me enamoré de la experiencia. A finales de 2019 compro los pasajes para hacer el Camino: mi libro acababa de salir, tiene una parte importante que transcurre en el Camino de Santiago y yo estoy decidida.
Por entonces Antón Pombo -escritor de Anaya y Gronze- lee mi libro y escribe una crítica muy buena, me puse en contacto con él, él que tenía decenas de caminos recorridos me dijo: ¡la próxima vez que hagas el Camino lo presentamos en España! Le dije la verdad, que no lo había hecho pero que lo haría el año próximo.
En ese momento dos cosas pasaron a ser trascendentes para mí: presentar el libro en España y hacer el Camino. ¡Pero apareció la pandemia! Y así llegamos al 2022, ¡aquí estoy finalmente!
-Me interesa mucho lo que comentas de un deseo de presentar el libro en España, supongo que buscabas lectores que conociesen el Camino…
Sí, me interesaba presentarlo en el Camino. De hecho, lo he presentado ya antes de caminar, en León y Ponferrada, luego he recorrido el Camino y hoy, por fin, al final de mi peregrinaje, ¡lo presentaré en Santiago!
-Desde el punto de vista práctico no debe ser fácil: una escritora argentina que publica en una pequeña editorial… ¿Cómo pudiste manejar las cosas para las presentaciones y difusión en España?
Para mí era muy importante ligar el libro al Camino. He editado un número de ejemplares del libro en España y los he ido regalando en lugares que tienen relación con el libro, por donde pasa el protagonista… La verdad es que quería reservar ejemplares para las presentaciones, pero, al final, haciendo el Camino he regalado muchos. También he hablado con mucha gente en el Camino sobre el libro, por eso imagino que hoy en la presentación estarán muchos peregrinos
-Después de tanto trabajo y documentación, de años con el Camino en tu vida y tu literatura… llegaste al Camino: ¿Qué encontraste?, ¿cuál ha sido tu experiencia como peregrina?
Por una parte, me agradó mucho encontrarme con pasajes que describí, con animales, flores, bosques que yo había descrito. Puede parecerte extraño, pero no cambiaría nada del libro, aunque sí habría incluido otras experiencias, porque había entrevistado a muchísimos peregrinos, ¡pero ninguno me había hablado del olor de los eucaliptus!, ¡y también habría hablado de los helechos silvestres!
Pero la verdad es que el tema de encontrarte con gente desconocida, terminar el día contándole tu vida a desconocidos, emocionarte con amigos hechos pocos días antes, entrar en la plaza con ellos y sentir algo muy fuerte, experiencias interiores muy fuertes… Todo eso que vivía mi personaje en el libro, yo también lo viví.
Me encantó visitar el monasterio de Samos, en mi novela mi personaje hacía una reflexión en el monasterio y lo que me suscitó a mí fue algo realmente cercano. La verdad es que las vivencias del personaje fueron muy similares a las mías.
-Ahora estamos hablando en Santiago, la meta, a la que llegaste ayer… ¿Cómo fue la llegada?
Al llegar de mi Camino mi primera emoción fuerte fue en el Monte do Gozo, en el lugar donde están las esculturas de los peregrinos que señalan la catedral. Vi el caminito para ir a esos peregrinos y fui, el mojón señalaba en otra dirección, pero quise ir, llegué y estaba sola con ellos. Me emocioné mucho, pensé en mi familia, estuve un rato largo allí y fue muy emocionante. La primera imagen de la catedral te emociona, no es un tópico, es así.
-¿Querrías resaltar algo de tu Camino?, ¿alguna enseñanza o deseo que surgiese de él?
He hecho el Camino con una amiga y ahora pienso que puede ser muy bueno hacerlo sola, que la experiencia de caminar solo debe ser muy importante.
Hay muchas reflexiones y enseñanzas que me deja el Camino. Por ejemplo, físicamente, subir las cuestas que he subido, como la de O Cebreiro, me enseñó mucho, porque al final no resultó tan terrible, porque iba a mi ritmo. Lo que aprendes es que hay que ir a tu ritmo, si vas a tu ritmo, siendo consciente de sus propios límites, es posible. En mi caso también tuve que aceptar que yo necesité un bastón, apoyarme en él para subir, y es un poco lo mismo: si aceptas ese límite que tienes y el bastón que necesitas, entonces, subes.
-Para concluir querría volver a tu libro, Por la magia del Camino, ¿a quién lo recomiendas o quién crees que podría disfrutar de él?, ¿crees que es un libro para peregrinos?
Creo que es para todo el mundo en general, pero para el mundo del Camino en particular. Creo que a quienes lo lean les va a servir para revivir su Camino, para revivir sus experiencias, atardeceres y amaneceres, para reflexionar y aprender a disfrutarlos también en tu ciudad, para aprender a compatibilizar eso.
Pero para el público general, diría que la experiencia del libro les resultará positiva porque ofrece un mensaje esperanzador. Mi protagonista vive un proceso que le permite seguir, el libro muestra que se puede salir adelante a pesar de lo que pueda ocurrirte en la vida. Creo que se trata de cómo enfrentarse de otro modo a lo que la vida te presenta, de cómo cosas que no puedes cambiar, cambian de acuerdo a la actitud con la que tú la enfrentes.
-¿Algún mensaje de despedida?
Pues daros la gracias por la entrevista, desearos que disfrutéis del libro y ¡buen Camino en la vida! Y también quiero dejar mi correo para los lectores de Por la magia del Camino, me interesan sus opiniones, ¡y contesto siempre! silvinapontenza@gmail.com