Hace veinte años leyó el libro de Shirley MacLaine sobre el Camino de Santiago, recuerda bien que en aquel momento estaba embarazada de su hija y pensó: “yo quiero hacer eso”. Pero estaba embarazada y además era una madre soltera, por lo que no podía pensar en hacerlo en aquel momento y sabía que tampoco después tendría mucho tiempo, sin embargo, la idea permaneció y siempre pensó que quería hacer el Camino. Fue sólo hace unos años, en 2014 o 2015, cuando decidió que era el momento, se dijo: “voy a hacerlo ahora, un mes entero”. Entonces comenzó a informarse y, finalmente, decidió que lo recorrería en cinco semanas.
Le gusta caminar y suele hacerlo en Australia, tiene perros y camina mucho con ellos, pero no estaba habituada a caminar con mochila ni a los desniveles de las montañas… Aun así, en ningún momento sintió miedo por eso. Empezó en septiembre, en Saint-Jean-Pied-de-Port, a finales de septiembre por lo que finalizó en noviembre, el tiempo fue frío y encontró muchos lugares cerrados, fue un Camino duro.
Llegó al Camino sola, algo excitada, pero sin miedo. Caminó con gente pero también mucho tiempo sola, cree que probablemente caminó un sesenta por ciento del tiempo sola. Dos años después de ese primer Camino recorrió el Camino Norte y el Camino Primitivo, caminos muy duros pero hermosos, ama particularmente el Camino Primitivo. Ahora acaba de recorrer el Camino Portugués desde Fátima.
Por sus experiencias recomienda todos los caminos, aunque reconoce que ama las montañas, de modo que aunque recomendaría cualquier camino siente preferencia por aquellos que le permiten caminar por zonas montañosas.
En su primer Camino tuvo algunos problemas con una rodilla, por esa razón tuvo que parar un par de días, pero luego siguió y todo fue bien. Aprendió a caminar a su propio ritmo, dejó de seguir a los otros, esa fue una importante lección que cree que siempre se aprende en los primeros días o semanas.
Lo que más le interesa de una experiencia como el Camino de Santiago es que le permite estar en contacto con cosas muy importantes para ella: la naturaleza, la historia. No es una persona religiosa pero le interesa la historia y la cultura, en Australia no puedes visitar iglesias y monumentos como en el Camino, en el Camino puede y quiere, le fascina la historia. Las diferencias entre España y Australia son importantes para su interés por el Camino, por ejemplo, la naturaleza también es muy diferente, en casa camina junto a la playa pero aquí puede caminar por los bosques y las montañas. Además, el Camino le permite sentir y comprender lo fuerte que es, tras recorrer el Camino siempre se siente fuerte.
Recuerda que al final de su primer Camino, cuando llegó a Santiago no se sentía muy feliz por lo que decidió continuar caminando hasta Fisterra y Muxía, entonces sí se sintió bien, en Fisterra encontró el que es su verdadero final, Finisterre es el final para ella. Sin embargo, en su segundo Camino se sintió bien en Santiago, feliz de estar aquí, y se quedó unos días recorrer y conocer la ciudad.
Respecto a los caminos que ha recorrido, encuentra muy diferente la experiencia de caminar por España o por Portugal, le gusta también sentir esas diferencias, poder conocer culturas y paisajes diferentes.
En este Camino se ha sentido muy bien, podía caminar rápido, su cuerpo se adaptaba rápidamente a caminar y se sentía fuerte. Lo que ocurre en el Camino es algo muy inusual, sientes que tu cuerpo funciona bien, caminas seis horas al día pero te sientes muy bien. Además esta vez ha vivido una experiencia mucho más solitaria que otras veces, si en el Francés caminó un sesenta por ciento del tiempo sola, en el Primitivo estuvo mucho más tiempo con otros, pero esta vez, en el portugués, cree que habrá caminado un noventa por ciento del tiempo sola, fue su elección. Encontró a personas, hizo amigos, pero casi siempre elegía caminar sola.
En el Camino ha aprendido que hay gente fuerte como hay animales fuertes, que se puede ser fuerte. Una vez se sentó agotada con su mochila a su lado y un hombre mayor, muy fuerte, de unos 80 años, cogió su mochila y le dijo: “venga, vamos”. Ella siguió caminando con él, no podían hablar en una lengua común pero continuaron caminando juntos. Admira y ama a esas personas mayores y fuertes que encuentra en el Camino, hay mujeres mayores y fuertes fantásticas. Esas personas le dicen a ella que es increíble porque viene desde muy lejos, pero ella las admira a ellas y le gustaría ser como ellas cuando tenga su edad.
Para ella Caminar es sentirse libre, dejar que las cosas pasen, por eso trata de no organizar demasiado, salvo en algunos casos como lugares en los que quiere estar o cuando sabe que habrá mucha gente.
Le gustan los albergues privados o lugares donde puede a veces tener su habitación y baño, no siempre tiene paciencia para los albergues con grandes dormitorios. Este ha sido un cambio a lo largo de sus caminos, por ejemplo en este último, quería más comodidad y no necesitaba encontrar gente, de modo que podía estar a su aire. Ha estado un mes a su aire y casi sola, pero eso le gustó, está bien.
En Australia ella tiene un salón de belleza y mucha vida social, se encuentra con mucha gente todos los días… Tal vez por eso le gusta la soledad en el Camino, le gusta encontrar gente de todas partes pero no necesita demasiado contacto; en realidad también en su casa necesita un espacio para ella, por eso sale a caminar sola con sus perros. Y hablando de la necesidad de soledad, cree que un aspecto fantástico del Camino es que todo el mundo entiende y respeta la elección de cada uno de estar con otros o a solas. En la vida tienes que estar siempre disponible o la gente se enfada y deja de llamarte, en el Camino no.
Respecto al aspecto espiritual, recuerda que cuando estaba recorriendo su primer Camino una amiga suya murió de cáncer de pulmón en Australia, justo antes de su muerte, Julie le había enseñado una foto del arcángel Miguel, se la envió y pocas horas después su amiga murió. Cuando más tarde recorrió el Camino Primitivo meditó mucho, también ahora en Fátima, ella camina y piensa en gente como su hermosa y valiente amiga y miembros de su familia muy especiales, se siente más cerca de ellos en el Camino. En el Camino siente más este tipo de emociones, puede compartir su viaje con quienes no están, sentir que les está enseñando lo que ve, que comparten el viaje. En este sentido el Camino le ayuda a aceptar la muerte.